Pietro di Campello: ¿Cómo es la nueva ganadería?
Pietro di Campello (Campagro), Mariano de Bary (Teodelina) y Pablo Grahmann (San José del Oeste) son exponentes de una camada de productores que tienen a la eficiencia y la productividad como aspectos innegociables para el desarrollo de sus empresas agropecuarias.
Una nueva camada de empresarios agropecuarios se presta a replicar en la ganadería el cambio radical que la agricultura ya vivió. Una injerencia cada vez mayor de la tecnología, un rol profesional del manejo y la presencia indiscutible de mediciones y reportes periódicos, constituyen un combo innegociable para alcanzar altos niveles de eficiencia y productividad a campo.
Con la mirada puesta en esta nueva generación y en el marco del 15° Aniversario de MOTIVAR, para esta edición reunimos a tres profesionales de empresas con probada trayectoria para repasar los elementos sobresalientes de los distintos eslabones de la cadena productiva. En ese marco, MOTIVAR convocó a Pietro di Campello, director de Campagro; Mariano de Bary, director de Teodelina; y Pablo Grahmann, gerente Operativo y de Comercialización de San José del Oeste.
EXCEL EN MANO
Cabaña Tuyutí lleva 137 años haciendo cría en el país, tiempo suficiente para ser la firma más antigua, aún en actividad, entre las de raza Hereford.
Pietro di Campello, director de Campagro, una sociedad agroganadera que administra el establecimiento localizado en el sur de Córdoba, entiende a la producción ganadera como tradición.
“A pesar que la zona donde estamos se fue reconvirtiendo, para nosotros la ganadería representa un 8% de la facturación y debido a que el negocio va pivoteando, no queremos dejar atrás semejante carga genética. De hecho, alquilamos un campo para escapar del agua, asumiendo los costos que eso implica”, afirma el productor que tiene 1.500 vientres.
Campagro administra sus campos tanto el sur de Córdoba como el norte de Buenos Aires y en la cúspide de su versión ganadera llegó a tener 20.000 vientres en producción. “El 100% del campo es cabaña por lo cual todo lo que se hace es toro registrado o pedegree y así nuestro potencial toro vale más. El 20% del rodeo, -tanto macho, como hembra- se vende en remate y trabajamos dividiendo los lotes”, explica di Campello. Y sigue: “Los de excelencia se destinan a la agricultura, al igual que se destinarían los suelos intermedios, pero nosotros los tenemos con pasturas para ganadería con una carga en torno a 1,45 vacas por hectárea, logrando niveles de preñez cercanos al 92% promedio, desde hace muchos años, a tal punto que no solo es difícil superarlos, sino que es más fácil caer. A su vez, destetamos animales de 235 kg machos y 220 en hembras, ya que son suplementados desde los 30 días con crefin. Ya no hacemos ningún engorde a pasto, decidimos aumentar el volumen de cría y si el número de feedlot da en siete meses salimos con 460 o 480 kilos. Es decir, sacamos la recría a pasto del planteo”.
El 100% del campo es cabaña por lo cual todo lo que se hace es toro registrado o pedegree y así nuestro potencial toro vale más. El 20% del rodeo, -tanto macho, como hembra- se vende en remate y trabajamos dividiendo los lotes.
Para el ganadero es fundamental entender que el negocio agropecuario es una empresa y debe sustentarse en estrategias confiables.
“Hay que dejar atrás el “ver qué pasa”: hoy la tecnología nos permite medir más y al hacerlo podemos sacar mejores conclusiones para producir más, en menos tiempo”, sostiene di Campello. En un mundo cada vez más competitivo, remarca la flexibilidad que se debe tener frente a los cambios. “Quien no se adapte deberá alquilar o vender su campo, no veo lugar para los términos medios en este negocio”, sentencia.
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